ELLAS. Los avances de un fútbol diferente.
El feminismo como clave en el auge del fútbol femenino.
Daniel Gómez-Fontecha Gómez
El inicio de todo
Alexia Putellas, considerada como la mejor futbolista del mundo por dos años consecutivos y actual capitana del F.C. Barcelona, comentó en una entrevista el año pasado en el programa El Larguero de la Cadena SER que “el día en el que llegue a una entrevista y hable solo de fútbol, lo habremos conseguido”.
Ese objetivo, que a priori pudiera parecer simple, pero que resulta tan complicado y laborioso; ese sueño del que habla la máxima referente a nivel futbolístico de nuestro país hoy, afortunadamente, está cada día más cerca. Pero para llegar hasta aquí, se ha tenido que recorrer un camino lleno de obstáculos, barreras, discriminaciones y durísimas batallas que, gracias al inmenso trabajo de muchísimas personas que durante décadas y bajo unas condiciones extremadamente difíciles, se han ido superando con el fin de ir allanando poco a poco el camino para las que venían después.
“El día en el que llegue a una entrevista y hable solo de fútbol, lo habremos conseguido”.-Alexia
Una de esas personas anónimas fue Francisco Sainz de Cenzano quien, en 1968, cuando a España todavía le faltaban años para llegar a la democracia y al hombre varios meses para poder pisar la luna, recibió un permiso de la Federación Navarra de Fútbol -la riojana todavía no existía- para entrenar a un equipo femenino local de Segunda División Regional y juveniles.
Ese equipo se llamaba La Unión que, situado en el barrio Ballesteros de la ciudad de Logroño en La Rioja, disputó varios encuentros amistosos contra diferentes rivales locales, siendo los vecinos y algunos de los familiares de las jugadoras la única asistencia de la que disfrutaban y la voluntad, que estos amablemente dejaban, su única vía de financiación para continuar jugando. Pese a sus condiciones materiales y económicas, lo cierto es que en aquellos apasionados y vibrantes encuentros disputados en Campo de Fútbol de Vistalegre, se logró formar una gran rivalidad con el equipo de El Yagüe.
Desde historias como la de Francisco, desde esa apuesta por el fútbol femenino de gente totalmente desconocida que apostó por ello cuando nadie lo hacía y gracias al empuje de la ‘segunda ola’ del movimiento feminista en España que comenzó a finales de los sesenta, cuando el fútbol femenino pudo construir sus cimientos y finalmente, vivir su primer partido oficial dos años más tarde.
Lo hizo en un momento histórico trascendental en el que las mujeres españolas, en consonancia con ese movimiento reivindicativo que se estaba viviendo alrededor del mundo, comenzaron a cuestionar el modelo de sociedad que había implantado el franquismo cuestionando y poniendo encima de la mesa temas como la libertad sexual, los derechos reproductivos o su progresiva entrada en el mundo laboral.
Aquel 10 de diciembre de 1970, en ese primer encuentro oficial entre los equipos de Sizam y el Manscredit en el campo de Boetticher, no solo se puso la primera piedra del fútbol femenino en España, también nació la primera gran estrella del fútbol femenino español, Concepción Sánchez Freire, que fue apodada, en referencia al que era el mejor jugador del Real Madrid masculino en ese momento, como “Conchi-Amancio”.
Esas jugadoras, las pioneras, que no fueron reconocidas oficialmente por la Federación hasta pasada una década y que comenzaron desde cero a construir todo lo que hoy conocemos, fueron las que en 2019 recibieron, tras una larguísima espera, un emotivo y merecido homenaje de la Real Federación Española de Fútbol que tuvo como lema “Somos por vosotras”.
En los comienzos, ni siquiera pudieron disfrutar una ciudad deportiva propia y tuvieron que acordar ir a entrenar y jugar a una localidad cercana, Arteixo.
“Nada en aquel proceso fue sencillo, aun teniendo el escudo del Deportivo detrás y todo lo que eso significaba”- Manu Sánchez.
EL DEPORTIVO ABANCA: UNA HISTORIA ÚNICA
Bajo ese espíritu, cuidando ese maravilloso legado y continuando con la lucha silenciosa, pero constante, de todas las generaciones anteriores en la ciudad de La Coruña, en el año 2014, una idea nueva se estaba gestando. El que fuera sucesor del histórico presidente deportivista Augusto César Lendoiro, el señor Constantino Fernández, prometió en su candidatura presidencial formar y crear el primer equipo femenino del Real Club Deportivo de la Coruña.
Dos años más tarde, en 2016, cuando su junta directiva estaba ya asentada, decidió poner en marcha aquella iniciativa y otorgar el mando de la dirección del equipo a Manuel Sánchez García, que hasta ese momento ejercía de coordinador de otro pequeño equipo gallego, el Orzán.
Junto a Albert Gil y Pablo Pereiro, Manu fue poco a poco reuniendo a jugadoras muy jóvenes -algunas de ellas todavía menores de edad- que estaban emergiendo en pequeños equipos gallegos, para formar esa primera plantilla. ¿Los medios? Realmente muy pocos. En los comienzos, ni siquiera pudieron disfrutar una ciudad deportiva propia y tuvieron que acordar ir a entrenar y a jugar a una localidad cercana, Arteixo.
Nada en aquel proceso fue sencillo, aun teniendo el escudo del Deportivo detrás y todo lo que eso significaba. De hecho, para convencer a las familias de que todo aquello era una apuesta en firme y de que sus hijas iban a poder ser futbolistas, Manu tuvo que ir a hablar en persona con los padres para explicarles todo el proyecto y generar la confianza, la seriedad y el formalismo necesarios.
Pero con eso no bastó. Para que aquel objetivo pudiera hacerse realidad, también era necesario ofrecer a las jugadoras que venían de fuera y a las que debían trasladarse desde otras provincias de Galicia, las mejores condiciones para su desarrollo. Para ello, se plantearon varios modelos: desde una residencia de estudiantes, como hizo Teresa Abelleira -hoy jugadora del Real Madrid-, hasta una familia de acogida, como fue el caso de Nuria Rábano y María Corral. Todo ello, evidentemente, sustentado económicamente por el club y manteniendo a la vez un foco permanente en su vida académica y personal.
De esa forma, gracias a un grupo de gente con un enorme compromiso, una gran ilusión con una larga lista de objetivos que se fueron cumpliendo poco a poco, se logró completar aquella plantilla, que sólo tres años más tarde, lograría ascender a Primera División y que en su primera temporada en la élite haría historia logrando un espectacular cuarto puesto.
Impulso en femenino
Esa gesta histórica, así como todo el proceso de fundación de un club centenario como el Deportivo de la Coruña y el fenómeno que hoy representa el fútbol femenino, no podría haber sido una realidad sin el movimiento feminista y sin todas las conquistas que se han logrado durante estos últimos años.
La llamada ‘cuarta ola’ del feminismo en nuestro país, que se ha caracterizado por su continua reivindicación de la igualdad real, efectiva y por los derechos sexuales de las mujeres, ha permitido un avance sin precedentes en el fútbol femenino, que lo ha llevado en volandas a tener las mejores cifras y a vivir el mejor momento de su historia.
La lucha por la igualdad salarial y su reivindicación en el deporte fue una batalla que se comenzó a librar desde el primer minuto y que, aún hoy pese a todos los avances que se han producido, continúa abierta en muchos frentes que todavía no se han conquistado. Además, el machismo en el fútbol, las discriminaciones continuas, los insultos o las vejaciones hacia las futbolistas, tenían que dejar de ser la norma habitual, por lo que alzar la bandera del feminismo y aplicar una perspectiva de género a todos los derechos que se debían conquistar a nivel deportivo era una obligación.
El fenómeno que hoy representa el fútbol femenino, no podría haber sido una realidad sin el movimiento feminista y sin todas las conquistas que se han logrado durante estos últimos años.
El machismo en el fútbol, las discriminaciones continuas, los insultos o las vejaciones hacia las futbolistas, tenían que dejar de ser la norma habitual.
IGUALDAD
Ese mismo año de 2016, en paralelo a todo ese proceso que se estaba viviendo en A Coruña, se produjo un punto de inflexión para todas aquellas mujeres que salían a la calle en reivindicación de sus derechos. Un cambio que se vio reflejado al año siguiente, cuando, gracias a ese movimiento transversal y de transformación que venía reivindicando marcha tras marcha sus derechos, ante el aumento de asesinatos por violencia machista, la cifra de asistentes a la manifestación del 8 de marzo en Madrid se multiplicó exponencialmente.
Según los datos publicados, la cifra de manifestantes aumentó de aproximadamente 5000 personas en la manifestación de Madrid en 2016, a alrededor de 40.000 al año siguiente. Una cifra absolutamente histórica. Desde ese mes de marzo en adelante, la manifestación por el Día Internacional de la Mujer pasó a ser, no solo un evento de enorme trascendencia política y social en España, sino también a nivel internacional.
Evidentemente, todo ese auge y lucha social por los nuevos derechos de las mujeres, se trasladó inmediatamente al deporte, y por supuesto al fútbol. En el caso del Deportivo de la Coruña, Manu Sánchez no duda en subrayar el excelente comportamiento que el club, desde el primer instante, mostró con todas las jugadoras dándolas el estatus que merecían tanto en las sesiones fotográficas, como en los eventos a los que debían acudir e incluso en los perfiles de las redes sociales.
En este sentido, Manu plantea también una interesante reflexión sobre la (no) existencia de perfiles específicos en redes sociales para el equipo femenino:
“Es algo que creo que la gente entiende mal. Muchas veces se demanda una línea de comunicación específica para deporte femenino, pero yo creo que la mejor forma de dar igualdad y de darle importancia es que en un mismo canal, se anuncien los fichajes del masculino, del femenino, de la base, de la Liga Genuine…etc. Es una idea particular que la viví así en el Deportivo y me gustó”.
Esos pequeños pasos que, como comenta Manu, hoy pueden resultar insignificantes y normales, pero que antes no lo eran en absoluto; se fueron poco a poco extendiendo al resto de clubes de Primera División, que también quisieron otorgar a sus jugadoras el reconocimiento merecido.
Conocida es la enorme importancia que durante años le han otorgado al fútbol femenino clubes como el Athletic de Bilbao, que hizo debutar a su equipo en San Mamés en el año 2003, el Levante, que es uno de los mejores equipos de la categoría; el Sevilla, el Valencia; la gran labor que ha realizado el Atlético de Madrid, que dio un gran paso adelante en el año 2018 homenajeando a sus jugadoras en el Vicente Calderón y en la Plaza de Neptuno junto con el equipo masculino, después de proclamarse campeonas de Liga y; por supuesto, el F.C. Barcelona, que ha ido aumentando año a año su presupuesto para su sección femenina hasta superar a equipos fortísimos como el Olympique de Lyon, Manchester United o Paris Saint Germain y convertirse en el dominador absoluto de la competición doméstica.
También hay que destacar, y así lo señala Alejandro Pecci, periodista de Canal Sur Radio y uno de los mayores especialistas en fútbol femenino en la actualidad, la que posiblemente fue una de las noticias más importantes y trascendentales en la historia reciente del fútbol femenino: el anuncio de la absorción, por parte del Real Madrid, del entonces recién ascendido C.D. Tacón. Movimiento que suponía la inmediata incorporación del club blanco al fútbol femenino.
Estos pequeños pasos que, como comenta Manu, hoy pueden resultar insignificantes y normales, pero que antes no lo eran en absoluto; se fueron poco a poco extendiendo al resto de clubes de Primera División.
PROFESIONALIDAD
Todo ese largo proceso de concienciación, de visibilidad y de aparición, aunque muy esporádica e insuficiente, en los medios de comunicación, se fue complementando a un progresivo cambio en la mentalidad de la sociedad, que empezó a comprender, compartir y a apoyar toda esa lucha que estaban llevando a cabo las mujeres.
Esas reivindicaciones alcanzaron su punto álgido el 16 y 17 de noviembre de 2019, cuando tras varios y largos meses de negociaciones infructuosas entre las partes, las futbolistas dijeron “basta” y convocaron una huelga indefinida para luchar por un convenio colectivo que mejorara sus condiciones laborales y pudiera, de facto, convertirlas en futbolistas profesionales. Una protesta histórica que obligó a todas las asociaciones e instituciones implicadas, con muchas reticencias y dificultades, a dar un paso adelante y negociar.
La lucha por la profesionalidad del fútbol femenino y por unas condiciones salariales dignas por parte de las jugadoras era importantísima si se quería seguir avanzando en la conquista de derechos y dar un paso más para terminar con todos los momentos de violencia que se observaban cada día en los campos de fútbol de todo el país.
Desgraciadamente, aun hoy, la igualdad en todos los sectores y ámbitos de la sociedad permanece como una de las principales exigencias del movimiento feminista alrededor del mundo y continúa siendo una importante fuente de conflictos entre clubes, jugadoras y federación.
“Querían que estuviera regulada su actividad y un convenio de mínimos, una base“.
“El convenio que está actualmente firmado tiene fallos. Hay muchos apartados que no se han hecho bien, como son los derechos de formación” –Alejandro Pecci.
El futuro a nuestros pies
Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, nadie pone en duda que el potencial de crecimiento del fútbol femenino es inmenso y cada día son más los datos que acompañan esta realidad.
ASISTENCIA
La primera de las evidencias, a pesar de que continúa siendo algo polémica por su irregularidad, es la asistencia de público a los estadios.
Pese a que no existen cifras oficiales, tanto los clubes como los medios de comunicación han ido registrando en este último tiempo, datos históricos de asistencia, nacionales e internacionales, a los estadios en partidos de la sección femenina del equipo del que son hinchas, socios o aficionados.
A nivel nacional, en 2019, primero en un encuentro del Athletic de Bilbao ante el Atlético de Madrid en San Mamés, que contó con una asistencia de 48.121 y después, en el partido que enfrentó al Atlético de Madrid contra el Barcelona en el Wanda Metropolitano el 17 de marzo y que contó con un total 60.739 asistentes, lograron superar todos los registros anteriores.
Después de la pandemia, el siguiente récord se batió en el estadio Camp Nou, en los cuartos de final de UEFFA Womens Champions League ante el Real Madrid el 30 de marzo de 2022, con una asistencia de 91.553 personas. Un logro histórico que fue, para sorpresa de todo el mundo, superado tan solo unas semanas más tarde por el mismo club y en el mismo campo, esta vez en la ronda de semifinales ante el Wolfsburgo, registrando una marca de 91.648 asistentes, la máxima cifra jamás registrada en un partido de fútbol femenino en la historia.
“Yo tuve el privilegio de vivir una temporada en Primera División y cada vez que miraba para atrás, tenía una grada llena detrás. Eso transforma los partidos, es otro ambiente”. –Manu Sánchez.
RÉCORDS INTERNACIONALES
Más allá de nuestras fronteras, también se ha observado también un aumento general en la asistencia a los estadios. La Eurocopa del año 2022, celebrada en Inglaterra en el mes de julio, representó sin duda enorme un paso adelante, logrando atraer en la final del campeonato a un total de 87.192 espectadores en el Wembley Stadium. Recientemente, también en el Reino Unido, el Arsenal logró reunir en el Emirates Stadium a 60.063 aficionados para ver a su equipo disputar la semifinal de la Champions League ante el Wolfsburgo.
Estos impresionantes datos de asistencia, a pesar de que todavía queda mucho por mejorar, no podrían entenderse sin varios factores: En primer lugar, los aficionados, que están respondiendo y otorgando todo su apoyo a las jugadoras después de muchas décadas sin que esto fuera posible y , en segundo lugar, las facilidades que los clubes de fútbol están poniendo a disposición de sus equipos femeninos: como pueden ser nuevas ciudades deportivas o estadios de fútbol propios -véase el Estadio Johan Cruyff del F.C. Barcelona Femenino– o la posibilidad de jugar encuentros en el mismo estadio que el equipo masculino, algo que hasta hace muy poco era inimaginable.
La posibilidad de jugar encuentros en el mismo estadio que el equipo masculino, era algo hasta hace poco inimaginable.
Todo esto no solo está permitiendo generar más medios y prepuesto para los clubes, también está produciendo un aumento de la fidelidad del aficionado, un factor clave en este crecimiento y una importantísima promoción al deporte y a la competición, que, en España, todavía continúa consolidándose como una de las mejores ligas del continente.
Aun así, todavía queda mucho trabajo por hacer y Alejandro Pecci no duda en animar a la gente a acudir a los estadios y en destacar la importancia conseguir una regularidad en la asistencia ya que, atendiendo a la realidad, las cifras no dejan de ser puntuales y en momentos de gran expectación para los clubes, algo que para aquellos que todavía dudan y se muestran escépticos sobre el fútbol femenino resulta todavía un gran inconveniente.
“Hay que seguir empujando a la gente a ir a los campos porque el que va a ver fútbol femenino siempre repite”.–Alejandro Pecci.
LICENCIAS
La segunda evidencia de este potencial es el número de licencias federativas que la Federación Española de Fútbol, en las diferentes Comunidades Autónomas, ha otorgado en los últimos años.
Según cifras del Consejo Superior de Deportes, el número de licencias federativas, desde el año 2016, no ha dejado de aumentar cada año hasta sobrepasar este año el millón en todo el país. En Comunidades Autónomas como Andalucía, se puede observar en un periodo de seis años, una diferencia de casi 2.500 licencias o en la Comunidad de Madrid de más de 3.000.
Unas cifras que constatan que, gracias a la gran promoción del fútbol femenino y al gran trabajo realizado por entrenadoras, voluntarias, directivos, clubes, árbitras y futbolistas durante todos estos años, cada vez más niñas en nuestro país quieren jugar al fútbol, sueñan con ser futbolistas profesionales y tener la posibilidad de disputar partidos en los mejores campos de España como lo hacen sus ídolos. Por tanto, el futuro, afortunadamente para todos, está a nuestros pies y está en nuestra obligación cuidarlo.
NUESTRAS ÍDOLOS
En tercer lugar, otro aspecto importantísimo para el crecimiento del fútbol femenino son las referentes. Durante muchos años, las ídolos españolas como Vero Boquete, que ha sido la futbolista más destacada con cifras goleadoras espectaculares en varios equipos de España, en Europa y en la selección no obtenían la visibilidad y el reconocimiento que merecían.
Afortunadamente, con todo este auge y toda esta evolución, no solo Vero está logrando la notoriedad y el aplauso que merece, también es posible decir que Alexia Putellas, primero por su calidad y brillantez dentro del terreno de juego, pero también gracias a una personalidad arrolladora y a una amabilidad y compromiso fuera del campo excepcionales, ha logrado convertirse en un estrella mundial.
Cada vez más niñas en nuestro país quieren jugar al fútbol, sueñan con ser futbolistas profesionales y jugar en los mejores campos de España como lo hacen hoy sus ídolos.
Y lo ha conseguido siendo galardonada durante dos años consecutivos (2021 y 2022) con el premio al Balón de Oro, trofeos por los que ha pasado a la historia de nuestro país, ya que nunca un futbolista (sea hombre o mujer) español había logrado alcanzar esa cifra y con la consecución, con el F.C. Barcelona, de las dos únicas Champions League en la historia de un equipo español. La última ganada el pasado 3 de junio.
Pero no solo la catalana está en ese pódium, junto a ella, futbolistas como Athenea del Castillo o Misa Rodríguez del Real Madrid, Aitana Bonmatí, Irene Paredes y Mapi León del Barcelona, Amanda Sampedro, capitana del Atlético de Madrid durante muchísimos años, ahora en el Sevilla o Jennifer Hermoso, hoy jugando en México, han logrado, con su fútbol, su personalidad y sus valores, generar alrededor del fútbol femenino un ambiente único.
Además, no en el verde sino en los banquillos, las mujeres también han empezado a tener referentes: María Pry, actual entrenadora del Madrid CFF; Iraia Iturregi, leyenda del Athletic Club y hasta hace poco su entrenadora, Natalia Arroyo en la Real Sociedad, ‘Toña’ Is, campeona del mundo sub-17 con la selección española en 2018 o Sara Monforte en el Villarreal están, desde hace muchos años, con trabajo, esfuerzo y resultados, mostrando el camino para todas las que vienen detrás.
MIRAR AL FUTURO
Y por último, para analizar toda esta evolución, cabe preguntarse dónde estamos ahora y hacia dónde debe ir el fútbol femenino en el futuro. Porque si bien las expectativas no pueden ser más esperanzadoras, la prudencia parece todavía gobernar entre todos los actores que forman parte de este maravilloso deporte.
No obstante, parece evidente que el fútbol femenino está en una fase de crecimiento, pero como bien dicen tanto Manu Sánchez como Alejandro Pecci, también es necesario una estabilización que permita a la liga española continuar en esa línea e ir cada año mejorando muchísimos aspectos que todavía quedan por pulir.
Para ello, es imprescindible que el feminismo y el fútbol femenino continúen de la mano, porque será el factor que marque el ritmo de todos los avances que se tendrán que ir conquistando. Será un proceso largo, con dificultades, donde posiblemente haya momentos de frustración, de estancamiento, de dudas y también de alegrías, éxitos y crecimiento; pero en todos esos altibajos el fútbol femenino tendrá que mostrar lo que ha sido durante estos últimos años: un fútbol diferente, ejemplo de deportividad, lleno de valores y con gran comportamiento en el que toda la sociedad y todos los equipos puedan verse identificados.
Solo manteniendo esa esencia y normalizando lo que todavía hoy sigue siendo noticia, será cuando el fútbol femenino pueda alcanzar la notoriedad, el éxito y la relevancia que merece y que siempre ha merecido. Por Francisco, todas las pioneras, Manu y todos aquellos que lucharon por llegar hasta aquí.
“Estamos en un momento en el que quien esté mirando por sus intereses sobra y debe desaparecer y tiene que permanecer la gente y las entidades que creen realmente en esto”. -Manu Sánchez.
“El fútbol femenino está en una fase de crecimiento, pero coincido con Manu en que tiene que tender a una fase de estabilización”. -Alejandro Pecci.